Pero López de Ayala (1332-1407) escribió una serie de crónicas sobre los reinados de Pedro I, Enrique II, Juan I y Enrique III, y varias obras relacionadas con el "Libro de Job". También tradujo al castellano los ocho primeros apartados del "De Casibus Virorum Ilustrium" de Bocaccio, y tres "Décadas" de Tito Livio. Sin embargo, la obra cumbre de su actividad literaria es el "Rimado de Palacio", que comenta las actitudes y costumbres de la época que le tocó vivir, las prácticas religiosas y sociales, etc.
El ayalés tuvo una existencia azarosa y privilegiada: viajes por varias regiones europeas, contactos con aristócratas de vario pelo, reclusión en una prisión portuguesa...
Para hacer más soportable su encarcelamiento, la memoria de Pero traspasa las murallas del castillo de Obidos, nos traslada con él a los pinares de Olmedo y a las marismas andaluzas, imaginamos con él los días monótonos de la travesia del Golfo de Vizcaya, animados fugazmente por la llegada de un cernícalo cansado, sobrevolamos los enormes bosques y llanuras de la Francia medieval. Todo ésto en "El libro de la caza de las aves".
Desde los confines de su prisión, la mirada del alavés abarca el norte de África, Escandinavia, Próximo Oriente, etc., los límites del mundo entonces conocido, países remotos a los que unas maravillosas aves (azores, halcones, gavilanes, alcotanes...) tienen un acceso negado para sus lectores, e incluso a él mismo.
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